Según la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI, 2017), el 62% de los padres, madres o cuidadores reconocen utilizar métodos de disciplina violentos en la crianza de sus hijos e hijas.
En un esfuerzo por abordar la prevalencia de la violencia en el entorno infantil, el Programa de Prevención Focalizada (PPF) Umbral Concepción, en colaboración con el Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh) sede Biobío, organizó una charla de Derechos Humanos. Encabezada por el profesional Rodrígo Chinkes Goldstein del Indh, la actividad ofreció una introducción y conceptos básicos sobre los Derechos Humanos, destacando la importancia de comprender a los sujetos de derechos y las obligaciones de la función pública.
Asimismo, brindó a los participantes una visión más amplia sobre el rol del Indh y su enfoque en la protección y titularidad de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Esta iniciativa, además contó con la participación de profesionales de los Programas PPF Umbral Barrio Norte y Umbral San Pedro Uno de Catim, evidenciando el compromiso de estas entidades en promover un trabajo más sólido y consciente en beneficio los más de 300 niños, niñas y adolescentes que forman parte de estos programas en el Gran Concepción.
Según datos de la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia, Elpi, en sus resultados del año 2017, un 62,5% de los adultos cuidadores ejerce algún método violento de disciplina, siendo un 32% castigo físico y un 56% agresión psicológica. Estas alarmantes cifras subrayan la urgencia de fortalecer el enfoque de derechos en las intervenciones destinadas a proteger a la infancia.
“La constante búsqueda de capacitación en temas tan complejos como los derechos humanos es fundamental para garantizar una intervención efectiva y sensible con los niños, niñas y adolescentes a los que servimos”, enfatizó Francisco Andana, director del programa de prevención focalizada Umbral Concepción. “Los datos, como el preocupante porcentaje de adultos cuidadores que recurren a métodos violentos de disciplina, subrayan la importancia de fortalecer el enfoque de derechos en nuestras intervenciones”, explicó.
Al respecto, el profesional Rodrigo Chinkes Goldstein destacó el aspecto más relevante de la actividad, la que tiene que ver con “poder incorporar el enfoque, la mirada, los estándares internacionales de los Derechos Humanos, en el trabajo y el quehacer cotidiano de los profesionales que trabajan en el programa, pensando también que se vinculan con una población que es considerado un grupo de especial protección que son niños, niñas y adolescentes”.
Cabe señalar que los programas de Prevención Focalizada, tienen por objetivo superar las vulneraciones de mediana complejidad que afectan a niños, niñas y jóvenes, a partir de un trabajo social, familiar y la intervención de profesionales calificados