La naturaleza es sabia, y bien que nuestro programa Umbral Tomé ha sabido aprovechar aquel concepto, ligando las virtudes que la comuna de Tomé tiene para brindar a sus habitantes, a través de una enérgica actividad que tuvo como protagonista: el deporte acuático.
El mar:
Bien es sabido, que todo un entorno marino es fundamental para cada proceso terapéutico, asimismo cualquier actividad en el medio acuático; las que poseen una serie de características muy específicas y que benefician al que las practica en muchos sentidos: favoreciendo el desarrollo cognitivo, motor y afectivo-social , y especialmente a personas pertenecientes a cualquier colectivo vulnerable.
Incidiendo entonces de manera directa en su estado de ánimo y sus emociones, así como en sus relaciones sociales, su calidad de vida y su salud en general.
Así como también, por ejemplo, respirar el aire salado mejora nuestra respiración, en el caso de personas con enfermedades respiratorias, gracias a su alto contenido en yodo.
O bien, el sólo acto de caminar a la orilla del mar, donde la arena estimula las terminaciones nerviosas de la planta de los pies, contribuyendo a nuestro sistema nervioso, además de activar el sistema linfático, y sobre todo, ejercitar el sistema circulatorio.
Es bajo esta premisa, que nuestros profesionales de Umbral Tomé (Programa de Prevención Focalizada por la vulneración de derechos en infancia) entablaron un trabajo colaborativo con la Escuela del Mar: “La Rompiente” de la comunidad de Cocholgüe, quienes imparten clases de Bodyboard, y los que nos brindaron todos sus conocimientos y motivación, para con nuestros niños, niñas y jóvenes participantes. De esta manera, pudieron experimentar y conocer su “Primera Ola” sobre un board
“… Los niños estuvieron felices. Luego del miedo, pasó todo ese susto a pura alegría “ – Nos recalca Arturo Olate, Instructor de la Escuela “La Rompiente”
Es por ello, que como corporación CATIM, saludamos y agradecemos a los profesionales de la Escuela del Mar “La Rompiente” por ser partícipes de esta necesidad de generar un cambio social en la vida de nuestros niños, acercándoles el deporte, y en este caso el deporte acuático, a familias que quizá no podrían haber accedido en primera instancia, y contribuyendo de esta forma a los procesos de terapia que el mar; de forma natural nos concede.
Además de inculcar, por supuesto, a nuestras jóvenes generaciones el respeto y la valoración por nuestro medio ambiente, cuidándolo de la contaminación y estrechando los fuertes lazos que debemos de mantener cada uno con nuestro entorno natural.
“… Las olas son una de las pocas cosas gratis que nos está quedando, y hoy los niños las disfrutaron…” – Sentencia Arturo Olate.
Revisa nuestro registro audiovisual aquí: