Niños y jóvenes del Programa Umbral Tomé descubren el fascinante mundo marino en la UdeC

Una delegación del Programa de Prevención Focalizada (PPF) Umbral Tomé, compuesta por 24 niños, niñas y adolescentes junto a 20 adultos, visitaron la Estación de Biología Marina de la Universidad de Concepción en una enriquecedora jornada de aprendizaje y esparcimiento.

Una emocionante visita se llevó a cabo en las instalaciones de la Estación de Biología Marina (EBM) de la Universidad de Concepción (UdeC) en Dichato. Una delegación de aproximadamente 50 niños, jóvenes y adultos del Umbral Tomé tuvo la oportunidad de adentrarse en el maravilloso mundo marino y descubrir la flora y fauna de la zona.

La actividad, organizada por el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) con la colaboración del Departamento de Oceanografía (DOCE) de la UdeC contó con la participación de destacados profesionales de ambas instituciones.

Durante la visita, los niños y jóvenes tuvieron la oportunidad de conocer el laboratorio de Sistemas de Recirculación Acuícola (RAS) del Departamento de Oceanografía, donde aprendieron sobre las innovadoras técnicas de crianza acuícola y su importancia para la conservación de los ecosistemas marinos. Además, interactuaron con diversos stands del Centro INCAR, como “El Mundo Bentónico y su Diversidad: Conocer para Proteger”, “Acuiponía”, y disfrutaron de una experiencia única con el juego de realidad virtual “EcoSalmonero Ninja”, que los sensibilizó sobre la importancia de la sustentabilidad de los océanos.

La directora del Programa Umbral Tomé, Marta Barrera Leyton, destacó la relevancia de este tipo de instancias educativas para fortalecer los lazos entre adultos y profesionales del programa. “Al ser una actividad que se da en otro contexto, con otras condiciones y en compañía de los niños, niñas y adolescentes, los adultos identifican estas instancias como positivas, generando espacios de conversación más espontáneos y significativos entre ellos y los profesionales”, afirmó Barrera Leyton.

La jornada de aprendizaje comenzó con un saludo y presentación en el auditorio por parte de Pablo Carrasco, Encargado de Vinculación con la Sociedad del Centro INCAR, quien guio a los participantes en cuatro grupos de aproximadamente diez personas cada uno. Los grupos recorrieron cuatro espacios de interacción científica, acompañados por biólogos marinos que les mostraron el funcionamiento de cada uno y les permitieron interactuar con diversas especies marinas de manera lúdica e interactiva.

La experiencia en el centro de investigación de la Universidad de Concepción tuvo un impacto significativo en los niños, niñas y adolescentes, quienes tuvieron la oportunidad de conocer y ampliar su mirada respecto a diversas profesiones y oficios relacionados con la ciencia y la investigación marina. La cercanía con los profesionales biólogos marinos les permitió resolver dudas y preguntas directamente con ellos, lo cual podría inspirar futuras vocaciones científicas en algunos de los participantes.

Los adultos responsables también estuvieron activamente involucrados en la visita, participando con entusiasmo junto a los niños y jóvenes en las diferentes actividades. Esta experiencia compartida fortaleció los lazos familiares y generó un ambiente de aprendizaje y diversión para todos los asistentes.

Al concluir la visita, se realizó una evaluación en la que los participantes expresaron su agradecimiento y entusiasmo por la oportunidad de conocer estos espacios.

“La evaluación fue positiva, donde reconocieron que a pesar de vivir o contar con domicilio en la misma comuna, nunca habían tenido la oportunidad de conocer el centro por no encontrarse abierto a la comunidad”, señalo la directora.

Finalmente, estas actividades de vinculación entre CATIM, a través del programa Umbral Tomé y la Estación de Biología Marina de la Universidad de Concepción, generan un espacio de aprendizaje y vinculación con la comunidad, brindando experiencias educativas que fomentan el conocimiento y la conservación del ecosistema marino, mientras fortalecen los lazos familiares y la pasión por la ciencia en las nuevas generaciones.