Según la UNICEF 7,5 millones de niños, niñas y jóvenes se ven afectados por las hostilidades en Ucrania.

El inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania ha provocado que cientos de personas dejen sus hogares. Los bombardeos sobre ciudades ucranianas ya han obligado a muchos niños, niñas y adolescentes a esconderse en sótanos y refugios, mientras que miles están abandonando. La ONG “Save the Children” señala que de las 100 mil personas que han abandonado sus casas en 40 mil son infantes.

Una guerra vulnera todos los derechos de niñas y niños colocándolos ante grandes riesgos, entre otros, a ser víctimas del desplazamiento forzado, la migración, solicitar refugio, sufrir hambre y frío, así como vivir expuestos a diversas formas de discriminación y violencias.

Como parte de su declaración, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine M. Russell dijo que “UNICEF se hace eco del llamamiento del Secretario General para que se llegue a un acuerdo sobre un alto el fuego inmediato y hace un llamamiento a todas las partes para que respeten sus obligaciones internacionales de proteger a los niños y niñas de cualquier daño, y para que garanticen que los agentes humanitarios puedan llegar de forma segura y rápida a los niños necesitados. UNICEF también hace un llamamiento a todas las partes para que se abstengan de atacar las infraestructuras civiles de las que dependen los niños, incluidos los sistemas de agua y saneamiento, las instalaciones sanitarias y las escuelas”.

En los últimos días se dañaron instalaciones educativas e infraestructura clave de aprovisionamiento de agua a consecuencia del fuego de armas entre ambos bandos, según informó UNICEF que denuncia que el conflicto, que se inició en 2014, ha causado daños profundos y duraderos en los niños.

Como institución que trabaja con infancia y familias vulneradas, y aboga por el Buen Trato, hacemos un llamado a la reflexión y al diálogo ante esta grave situación y es que una de las grandes víctimas inmediatas de la guerra son los niños y niñas.