Los lazos positivos entre las personas nos aportan mucho más que sólo compartir un mismo espacio cultural, afectivo o social.

Los diálogos que establecemos gracias al vínculo generado en una actividad deportiva en común permite que “nos comprendamos”, entrando así en el interior del otro.

Al lograr esa “comprensión” podemos comunicarnos efectivamente y participar de una cultura en común. Cuando invitamos a nuestros residentes a jugar un simple partido de fútbol, estamos afianzando todos estos elementos que irán en beneficio de su autoestima, de la confianza, de la empatía y en definitiva de sentir amor.

De esta forma se construyen los puentes, los significados compartidos por todos, e incorporamos aquello tan difícil de encontrar muchas veces, que es el “sentido de la vida”. Es ese el sentido que tienen actividades como las organizadas en la Residencia Roberto Paz y que se llevan a cabo durante todo el año.

No es la mera organización de un evento deportivo, es el corazón de lo que motiva la relación que buscamos establecer con quienes llegan en busca de ese abrigo, pero que a su vez también entregan mucho más de lo que imaginan a todos quienes les rodean.

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