A poco más de un año de esta pandemia, son innumerables los cambios sociales que se han producido; la forma de comprar, trasladarse, celebrar, trabajar. Ha sido un tiempo de bastante incertidumbre para todos y lo que ha generado nuevas vivencias en toda dimensión.
Por Francisco Urriola Olivares – Terapeuta Ocupacional.
Dentro de toda esta nueva forma de vida, he escuchado muchas veces opiniones tales como “¿Por qué nos sucedió esto?” “quiero volver a los tiempos de antes” “que se acabe luego esta realidad” entre otras. Pero considero que esta generación es valiente, tenemos el privilegio de vivir un cambio paradigmático tan grande como en esta nueva forma de vida y así crear un nuevo mundo con responsabilidad.
No estamos hablando de cambios en la bolsa de Wall Street o que Leonel Messi se fuera del Barcelona, estamos experimentado una nueva forma de vida como tal, una evolución que debemos responsablemente construir juntos, de manera comunitaria, privilegiando las necesidades en común por sobre las individuales, y es ahí nuestra principal batalla.
No han sido tiempos de buenas noticias: muertes, enfermedades, contagios, las UCI colapsadas. El encender la TV es sinónimo de temor y miedo social. Es por esto que quiero invitar a la reflexión, a ser parte de una generación que está viviendo uno de los cambios sociales más grandes en la historia de la humanidad, y lo que me hace preguntar:
¿Cuál será mi grano de arena a esta nueva forma de vida en la cotidianidad? ¿Realmente quiero volver el tiempo atrás?
En donde no teníamos tiempo, llegábamos a ver a nuestros hijos e hijas en horarios tardíos solo observando su dormir.
La pandemia es una invitación para replantearnos nuestras formas de vida diaria, erradicar el individualismo y entender que todos y todas somos aves distintas y diferentes, pero iguales en su derecho de volar.
Francisco Urriola Olivares
Director Residencia Roberto Paz, CATIM.
Terapeuta Ocupacional