Colaboración para el bienestar: Delegación Provincial de Punilla cede oficina a CATIM en comodato.

El documento traspasa de manera oficial el espacio que se utilizará para la atención integral de niños, niñas, jóvenes y sus familias participantes de los programas Abriendo Caminos Ñuble 2021 y 2022.

Como un hito se consideró la firma de convenio entre la delegada presidencial de Punilla, Rocío Hizmeri Fernández, y la directora ejecutiva de la Corporación para la Atención Integral del Maltrato (CATIM), Sandra Castro Salazar, con el objetivo de ceder una oficina que se encuentra bajo la custodia de la Delegación en la comuna de San Carlos.

Dicho acuerdo tiene como fin apoyar y otorgar a la ONG una oficina en dependencias de la Delegación Provincial en San Carlos, para que profesionales de los programas Abriendo Caminos Ñuble 2021 y 2022, ambos financiados por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, puedan realizar atenciones a sus participantes, contribuyendo con el desenvolvimiento de CATIM en la comuna.

Asimismo, el compromiso busca acercar a la comunidad San Carlina a la oficina, facilitando el acceso en un lugar céntrico y conocido por todas y todos, anteriormente la institución debía solicitar apoyo a distintos lugares para las atenciones; como iglesias, juntas de vecinos y municipio, y con este nuevo espacio se facilitará y entregará un mayor y mejor acceso a las atenciones de las personas.

La delegada presidencial de Punilla, Rocío Hizmeri Fernández, comentó que “con esto buscamos ponernos a disposición de la protección y promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, de su integración social de las familias y además acercar estos servicios, estos programas a la comunidad y entregarles dignidad a las y los funcionarios que ejercen estas funciones. Estamos contentos porque las familias ya no tendrán que trasladarse a Chillán a realizar un trámite, a poder participar de los programas, sino que céntricamente en su comuna podrán recibir la atención y la intervención de estos programas”.

Sandra Castro Salazar, directora ejecutiva de CATIM, agradeció a la Delegación Presidencial de Punilla e indicó que el presente acuerdo no se queda en palabras, destacando el trabajo en conjunto.

“El trabajo en colaboración es vital para lo que hace CATIM, estamos con cuatro programas en la región de Ñuble, por lo tanto, este trabajo del intersector permite potenciar la labor y la misión que realiza CATIM. Este convenio es un hito para nosotros, ya que nos entrega un espacio físico adecuado, fundamental para brindar atenciones especializadas, facilitando además el acceso a las familias, mejorando así su calidad de vida, pudiendo encontrar en nosotros un espacio seguro y acogedor”, señaló la directora ejecutiva.

El convenio tendrá una duración de 20 meses, pudiendo funcionar hasta 2024.

Abriendo Caminos

En la Región de Ñuble existen dos convenios vigentes que son ejecutado por la Corporación CATIM. El primero firmado el año 2021, que se encuentra en su segundo año de ejecución, y el segundo convenio firmado el año 2022, actualmente en su primer año de ejecución, ambos programas atienden un total de 151 familias, destacando en la comuna de San Carlos, una atención de 47 participantes semanalmente.

Silvia González González, participante del programa Abriendo Camino Ñuble 2022, señaló que el acuerdo es una buena iniciativa, ya que, “una cuando viaja a Chillán pierde a tiempo, el costo de viajar, ir y volver es complicado. Yo tengo a mi hija estudiante y no me da el tiempo para viajar a Chillán. Estando más cerca me facilita las cosas, además que las puertas aquí están abiertas para todos”.

Pamela Varela Oviedo, coordinadora Abriendo Caminos 2022, señala que las y los participantes del programa están felices, “nuestras cuidadoras y cuidadores acuden a todas las sesiones, se ha logrado cumplir con los objetivos del programa. Esto ha sido una iniciativa preciosa”.

El Programa Abriendo Caminos pertenece al Subsistema de Seguridades y Oportunidades y tiene por objetivo general contribuir en la generación de acciones preventivas y reparatorias en las condiciones de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes con un adulto significativo, privado de libertad, promoviendo al mismo tiempo el   desarrollo de habilidades y capacidades que le permitan alcanzar mejores condiciones de vida.