Entre una alianza público privada, CATIM y la Universidad de Concepción, crean el primer box terapéutico móvil que beneficiará a más de dos mil personas, especialmente a niños, niñas y jóvenes de la provincia de Arauco, en temáticas de maltrato grave y abuso sexual.
Con el objetivo de aportar y acercar el trabajo de los profesionales del Programa de Protección Especializado para el Maltrato Grave y Abuso Sexual, Refugio Esperanza Cañete, a la ciudadanía, CATIM da inicio al trabajo del primer vehículo especializado, el cual se mantendrá en la Provincia de Arauco.
El CATIM Móvil, un furgón especialmente acondicionado, cuenta con espacios privados y cómodos para llevar a cabo las sesiones de terapia con la debida confidencialidad. Además, está equipado con tecnología de última generación que permite a los profesionales del Refugio Esperanza Cañete brindar un servicio de alta calidad y seguridad en los sectores rurales y más vulnerables de las comunas de Arauco, Cañete, Contulmo, Curanilahue, Lebu, Los Álamos y Tirua.
Para la directora ejecutiva de CATIM, Sandra Castro Salazar, esta iniciativa se enmarca dentro de una de las áreas de la institución, Innovación Social, la que busca generar nuevas ideas para solucionar problemas complejos.
“Desde 2019 hemos estado presente en la provincia de Arauco y hemos sido testigos de las dificultades que tienen las familias y los profesionales para trasladarse en el territorio, desde ahí surgió la necesidad imperante de nosotros acercarnos a las familias. Para CATIM la Innovación Social es un pilar fundamental en el trabajo que hacemos y es el camino diferenciador en las vidas de las comunidades, es por eso que surge la idea del CATIM Móvil, como una propuesta positiva y transformadora. Por eso nuestro compromiso es claro, nosotros vamos a vencer las barreras y los obstáculos para llegar a la vida de los niños y las familias que requieran de nuestro apoyo”, enfatiza.
El automóvil, modelo Mini Bus Hyundai SOLATI H350, viene a cubrir la necesidad de más de 250 familias participantes del Refugio Esperanza Cañete, ya que, debido a la cobertura territorial, deben recorrer varios kilómetros para visitar el programa. A esto se suman, la situación de violencia que vive la provincia, además de los contextos de difícil acceso, los que presentan connotaciones de ruralidad y extrema pobreza que impactan de sobre manera en las posibilidades de desarrollo de los niños y niñas, además de profundizar las dinámicas de violencia y maltrato en que viven muchas familias y la poca privacidad para realizar las sesiones terapéuticas.
“Para nosotros es complicado porque de repente no hay buses como para viajar a Tirua, además por la distancia es como una hora más o menos en el viaje. Además, para ir en vehículo particular nosotros tenemos que pagar un chofer, y ya por ser conocido cobra $10.000, que no es barato, entonces es complicado”, comenta un padre participante del programa.
El director del Programa de Protección Especializada para el Maltrato Grave y el Abuso Sexual Refugio Esperanza Cañete, Flavio Padilla Norambuena, señala que “no todas las familias logran acceder, dado que la movilización, por ejemplo, no les permite llegar con la facilidad a nuestro programa. Esto nos ha llevado a tomar decisiones a nivel institucional que han permitido que en esta ocasión incorporemos estos vehículos, el que se adaptó para una mejor atención”.
El proceso de adaptación del vehículo fue llevado a cabo con el apoyo del equipo de ingenieros y expertos del Centro para la Industria 4.0, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, quienes trabajaron en conjunto con los profesionales de CATIM y el PRM Cañete para asegurar que el diseño y las modificaciones se ajustaran a las necesidades específicas del programa y de las comunidades que serían atendidas.
“La van quedó completamente habilitada, está adaptada en términos de mobiliario, pero también de tecnología e infraestructura para poder realizar todos los procesos de atención que sean necesarios en terreno. Cuenta con aspectos de conectividad en distintos formatos para poder tener internet y comunicación en zonas completamente aisladas. Asimismo, mantiene un sistema eléctrico adaptado para poder energizar todos los procesos que sean necesarios al interior del vehículo y un espacio de trabajo, el que se ideó con psicólogos infantos – juveniles especializados en el área para poder llevar adelante los procesos terapéuticos y de apoyo que sean necesarios”, explicó el gerente del Centro para la Industria 4.0, Benjamín Germany Marrison.
Del mismo modo, el minibús contiene una buena aislación acústica, debido a la importancia de mantener la confidencialidad del tratamiento, y la importancia de resguardar cualquier develación que realice un niño/a que pueda estar en peligro de maltrato y/o abuso. Por otro lado, desde el diseño exterior, la propuesta gráfica tiene un sentido de pertenencia con el territorio en el que transitará.
El objetivo de CATIM es modificar un segundo próximo vehículo focalizado en la comuna de Curanilahue, específicamente para el Programa Refugio Esperanza Curanilahue, esperando ofrecer una cobertura más amplia a las familias de la provincia. Con esta propuesta innovadora, CATIM marcar un hito en la atención a la infancia y juventud en situaciones de maltrato, enfocándose en mejorar su bienestar y calidad de vida.