Abriendo Caminos: Fomentando el Apego Familiar en Entorno Natural

El programa Abriendo Caminos, ejecutado por CATIM y parte del subsistema de Seguridad y Oportunidades del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, llevó a cabo un emocionante viaje familiar a la nieve en el Parque Nacional Laguna del Laja. Durante esta experiencia, se promovió la unión familiar y el desarrollo emocional de los niños, niñas, jóvenes y familias.

El Parque Nacional Laguna del Laja se convirtió en el escenario perfecto para una jornada inolvidable destinada a fortalecer los lazos familiares y fomentar el desarrollo emocional de los niños, niñas, jóvenes y familias participantes del programa Abriendo Caminos. Bajo el título “Nieve y Amor: Fortaleciendo Lazos Familiares”, el programa organizó un viaje que superó todas las expectativas.

Desde tempranas horas de la mañana, las familias participantes se congregaron en la Plaza España, llenas de emoción y expectativas. El objetivo general de este viaje era claro: fortalecer los vínculos afectivos y las competencias parentales, los que se lograron con creces durante la jornada.

El director del programa destaca la importancia de la interacción positiva y afectuosa entre padres e hijos. “Fomentar momentos de juego, comunicación y expresión emocional compartida es esencial para el desarrollo saludable de los niños. Vimos cómo las familias se sumergieron en esta experiencia, compartiendo risas y alegría en la nieve”, enfatiza Eduardo Villanueva Barcena.

El viaje también proporcionó un espacio de aprendizaje y reflexión para los padres sobre la importancia del apego seguro y la empatía en el desarrollo emocional de los niños. “El contacto con la naturaleza y las actividades en equipo son poderosas herramientas para transmitir estos valores a nuestros hijos”, añade el coordinador.

Durante el almuerzo, las familias se sientan juntas, fortaleciendo la convivencia armónica y el cuidado mutuo. El coordinador del programa resalta que, “es fundamental que cada familia se sienta apoyada y segura durante todo el viaje. Esto no solo fortalece los lazos familiares, sino que también fomenta la confianza y la seguridad de los niños”.

Los resultados de esta jornada fueron palpables. Hubo una participación activa de 32 asistentes, incluyendo cuidadores y niños. Se evidencia un mayor vínculo afectivo, una comunicación más fluida y un ambiente de armonía y colaboración entre los cuidadores y los niños.

En resumen, “Nieve y Amor” fue más que un viaje a la nieve, fue una experiencia transformadora que fortaleció los nacimientos familiares y dejó una huella positiva en el desarrollo emocional de los niños.

Eduardo Villanueva Bárcena, concluye. “Este es solo el comienzo. Continuaremos desarrollando actividades que promuevan el bienestar de las familias, porque juntos estamos abriendo caminos hacia un futuro más fuerte y unido”.

Esta jornada en la nieve ha demostrado que cuando se unen el amor y la naturaleza, se pueden crear experiencias que perduran en el corazón de las familias para siempre.